José Corredor-Matheos desde su Carta a Li Po manifiesta su identificación con una poesía transparente y esencial. Pero mientras en los poetas chinos la transparencia y la esencialidad son espontáneos, acaso a causa de su escritura ideográfica, en Corredor-Matheos son fabricaciones del lenguaje. La comunión entre la sensibilidad ante las cosas del mundo y la voluntad de expresarlas decantadas de todo artificio desencadenan en el poeta un arduo proceso de depuración de la palabra a fin de que nada interfiera sus visiones y las más íntimas vibraciones del alma.
Ante Las constelaciones de Joan Miró, poema de Un pez que va por el jardín, Corredor-Matheos, justo Premio Nacional de Poesía en 2005, no sólo expresa su emoción ante el génesis del mundo narrado por Miró, sino también la que se siente en el instante epifánico de la liberación; el momento en que nos elevamos por encima de ese «bosque de símbolos», como escribió Baudelaire, para oír la música que late en el universo.
3 comentarios:
Gracias, querido Antonio. Me ha hecho ilusión ver mi poema. Te lo agradezco y te envío un fuerte abrazo, Pepe.
Ha adquirido recientemente el libro de Corredor Matheos "¿Sabrá volar el mar?"
Encantado con sus versos etéreos y puros, muy bien acompañados de ilustraciones de dominio rojiblanco.
El tema del mar siempre asombra mi nostalgia.
Me adhiero a la necesidad vital de escoriar la poesía, para una contemplación más cercana del pálpito de la vida...
Gracias Javier por tu aportación.
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