Hay noches en que la fantasía y el sueño no se distinguen.
Hay noches en que el argomante cae por el vórtice de fractales de un vestido y
sigue cremallera abajo el zumbido que al final le abre el horizonte de una caricia
mayor. Como los gemelos fundadores se nutre de la leche de la loba y su pájaro
sin alas busca refugio en el nido, penetra en la gruta rozando sus paredes para
conocer al fin el origen de las lluvias primordiales.
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