La historia es sencilla. Un hombre que ha cometido crímenes horrendos es absuelto por un tribunal, a pesar de las pruebas que lo incriminan. Por esto la sentencia establece la confiscación de sus cuantiosos bienes, para pagar las costas del juicio e indemnizar a sus víctimas, el despojamiento de sus cargos, títulos y prebendas, y la «condena a vivir en libertad y enfrentarse a la mirada de los ciudadanos» con los medios que le dé, como a la mayoría de las personas, su propio trabajo. La sentencia especifica que «cuando el crimen cometido es tan atroz e inhumano [la cursiva es mía], la justicia administrada por los hombres carece de potestad para procurar la reparación del daño causado. No es posible aplicar un castigo acorde con el crimen. La condena a muerte sólo satisfaría la parte más bestial que los hombres llevamos dentro».[Del Cuaderno de notas de Manuel T. Imagen: Massera, Videla y Agosti]
p.d. Esta historia inspiró al poeta una propuesta para castigar a los criminales de lesa humanidad, en particular a los militares argentinos que instauraron la más feroz de las dictaduras en la historia del país. Sin embargo, no fue tenida en cuenta en ninguno de sus puntos. La mayoría de los criminales mueren de viejos o de cáncer en sus camas o están presos en sus mansiones.
2 comentarios:
Todos los malos tienen su habitación. Los buenos, vivimos absortos en la calle pensando en las estrellas.
Ser bueno es la opción personal mas dificil. La história así lo asume.
Por mi parte, se que soy buena por elección de mi inteligencia, aunque el esfuerzo sea llevar la pena de parecer tonta.
No me importa.
Nadie puede negarme que la eleccion es propia.
Mon, me gustaría pensar que la prisión de los malos es su propia conciencia, pero más de uno ha dado muestras de carecer de ella.
Publicar un comentario