lunes, 10 de octubre de 2011
EL APÁTRIDA
porque no fuiste desterrado de un país
sino del alba exiliado a esa luz
que te enceguece eres
una sombra inmóvil entre las horas del día
una memoria sin
hemisferio del pasado
quiero que mi conciencia muera y
el viento se lleve los ojos de los árboles
las bocas de las dichas el hedor de las desdichas
quiero que llueva sobre mi yo desnudo
ese yo sin rostro y sin causa que sobrevive
entre dunas de signos
quién es ese yo escondido que te habla
como si fueses yo
ese yo detrás de mi yo que me habla
como si fueses tú
tú soy / yo eres
en qué lado de la frontera me / te encuentras
y yo / él
en qué yo es desde qué voz nos habla
tú / yo
somos el yo / él que se habla a sí mismo
la voz que nace de la angustia
te divide y condena a la inmovilidad
al adiós pintado en las paredes del laberinto
y así sujeto tú / yo al instante de una calle
oyes los cantos de las conciencias náufragas
y no dices yo no dices yo
los cuerpos deshabitados de los apátridas
no dicen yo
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2 comentarios:
No pueden decirlo, están deshabitados de todo yo.
Me gustó leerte. Gracias.
Alicia
Gracias por pasar y dejar tu huella, Alicia.
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