Llueve. Lentamente llueve.
Sobre la montaña, finamente,
sobre la ausencia, al final de la calle.
Lentamente insiste
sobre los párpados, suavemente,
sobre la carne,
lentamente cala.
Es el vacío. Nada. Sólo llueve.
Sobre la hoja, lentamente,
sobre los tejados, al final de la tarde.
Llueve. Lentamente persiste.
Sobre el campo, tenuemente,
sobre la vida. La lluvia.
Adverbialmente cae.
Día tras día. Sobre el verbo. Sobre la memoria.
Es el tiempo. Infinito. El número. Sólo llueve.
El relámpago, que luminosamente electriza
el cielo, triza el horizonte, se clava
en la tierra y el silencio vacía el aire.
Un instante. La espera. Desesperadamente.
El día. La tormenta. El trueno de gracia.
Definitivamente. La noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario