sábado, 24 de enero de 2009

ESCRITURA Y REALIDAD

En la literatura actual, basta saber colocar una palabra detrás de otra y tener un argumento para escribir una novela, un cuento o un poema. Sin embargo, esto no es suficiente para traspasar los límites de la realidad evidente. El impresionista Edgar Degas afirmaba que la línea no es la forma sino la percepción que se tiene de realidad. La escritura tampoco es la realidad sino un modo de aproximarse a la misma y asomarse al abismo. Pero para atisbar ese lugar entre la fugacidad y lo eterno, ese instante en que se tiene conciencia de la vida y se intuye la totalidad, es necesario dejar que la escritura y la intuición del artista se fundan y recreen el mundo.
Aliada con la imaginación y la memoria libres de las imposiciones de la naturaleza, la palabra puede articular formas de lo indecible; expresar lo que de verdadero hay en la realidad inmediata de una sociedad alienada. La novela, el cuento o el poema resultantes son entonces destellos de la totalidad, latidos de la realidad oculta tras la naturaleza y el farfullo del mundo, porque sólo se re-crea lo sustancial.

[Fragmento del Cuaderno de notas de Manuel T. - Imagen: El ajenjo o En el café, de Edgar Degas]

2 comentarios:

Surgmont dijo...

En literatura el artista es su obra. En sus palabras está su sangre, sus visceras, su amor, su espíritu, su cosmovisión. En sus palabras está su solitaria manera de luchar a brazo partido con la muerte.

Antonio Tello dijo...

Surgmont. de eso se trata. Como dices, el artista se entrega y compromete totalmente con su obra. En su actitud hay no sólo aspiración de eternidad sino también de conocer, aunque en ello, paradójicamente, le lleve a la muerte.
gracias por tu visita y comentario.
A.T.