martes, 2 de noviembre de 2010

Ø

Esa cifra sin rostro que contiene el universo
es un grano de nada amasado con el barro.
Un eco de silencio en la carne; un vestigio de
la inteligencia que rige la matemática del día.

Entre el alba y el ocaso, el cero opera la combinación
de notas que compone el sonido y se da al juego
de los signos; a la aritmética de la voluntad que construye
el mundo; a la geometría de la soledad que traza
las planicies y al cabo, cuando la noche llega
y el esfuerzo de ser humano lo fatiga, se entrega a
su propia sombra. A la nostalgia de ser el número.



Ø (Cero) poema perteneciente al libro Sílabas de arena (Candaya, 2004). Incorpora un CD con recitado del autor y música original de Jorge Sarraute.

16 comentarios:

José María Banús dijo...

Precioso poema, Antonio.

El hombre ha creado y humanizado a Dios, también en la ciencia ha depositado su fe. Los tiempos cambian pero la ignorancia no. Como dijo Protágora, "el hombre es la medida de todas las cosas".

Saludos y enhorabuena por esta visual y acústica delicia.

Antonio Tello dijo...

Te agradezco tu comentario José María. Es muy gratificante tener lectores como tú. Un fuerte abrazo.

p.d. He intentado dejarte algún apunte en tu blog (Caballero Bonald, Beckett, etc.), pero el sistema no me deja hacerlo. Lo siento.

RAB dijo...

En el 0 está el germen de todo. Inclusive del humano, que se cree tan grande y único XD

Cavilante poema, Antonio
:+ :+

Antonio Tello dijo...

Querida Roxana, el cero es un eco de esa inteligencia mayor que, quizás, implica el Todo. El germen, como tú dices.

Anónimo dijo...

Bellísimo poema, Antonio.
Aprovecho la ocasión para comentarte que la revista Luces y Sombras aún no está impresa, pero debe estar a puntito de ver la luz, porque hace un par de semanas o tres estuve revisando las últimas pruebas. Te mantendré al tanto.
En otras lides poéticas, te comento que dentro de poco más de una semana, concretamente el jueves 11 de noviembre, Navarro Beloqui presenta su poemario Nafsak en el Ateneo de Madrid. Supongo que, estando en Barcelona, te será difícil asistir, pero te envío con este correo los datos por si quieres darle difusión o conoces a alguien en Madrid a quien le pueda interesar acercarse.
Un abrazo,
Ana Delgado Cortés

Antonio Tello dijo...

Gracias Ana y trasmítele mis felicitaciones a Navarro Beloki. Un abrazo

Felipe Sérvulo dijo...

Un placer volver y volver a leerte.
Un abrazo.

lola, sólo lola dijo...

Me ha alegrado mucho recibir tus noticias y sin perder un instante he visitado tu canal.
Tu poema me parece bellísimo, conmovedor.
Sólo un maestro y poeta como tú, puede condensar en unas líneas un universo de sentimientos.
Un simple número, un CERO, un TODO.

Gracias. Un abrazo.

lola encinas
(la aprendiz a alumna)

Anónimo dijo...

Me encanta este poema...me recuerda tanto a Borges y la búsqueda de lo infinito y esencial...signos que nos muestran desciframientos profundos. Un abrazo enorme. Alicia

hugo dijo...

Hola Antonio:

De este poema lo primero que me sorprendió es el cero del título, porque es la forma que, en la Matemática Moderna, se expresaba "el conjunto vacío", es decir, el cero. Ese conjunto vacío siempre me pareció lo más poético de aquella matemática.

Los dos primeros versos ya proporcionan una pauta válida de la tensión que alimenta y sostiene el poema: el universo y la nada. El cero como inicio y llegada ("el alba y el ocaso").

Me quedo, sin embargo, con tres cuartos del tercer verso: "Un eco de silencio en la carne" y con los dos últimos:"y el esfuerzo de ser humano lo fatiga, se entrega a / su propia sombra. A la nostalgia de ser el número".
Sin duda el cero ocupa una buena parte de nuestro pensamiento en cuanto a la construcción de conceptos abstractos y en ese sentido, ¡vaya fatiga a la que lo sometemos.!

Para finalizar,parafraseando a Mario Bunge (¡nada menos!), ese argentino canadiense que durante años militó en la filosofía de la ciencia, que se preguntaba, allá por los setenta, si alguna vez alguien había visto jamás un simple tres, me pregunto si alguna vez alguien ha visto un simple cero (o Cero) y la respuesta creo que está en esos dos versos finales que te señalaba.

Antonio, ¡gran poema! más allá de la excelente puesta en imagen, sonido y voz.

nos seguimos leyendo,

un gran abrazo,
salut,
hugo

Antonio Tello dijo...

Felipe, ya sabes cuánto valoro tus visitas. Un abrazo

Antonio Tello dijo...

Lola Encinas, me hubiera gustado seguir en la docencia, pero la escritura de una nueva novela me absorbe todo el tiempo. Disfruté mucho compartiendo conocimientos contigo y el resto del grupo. Un abrazo

Antonio Tello dijo...

Querida Alicia, cuando los poetas se acercan al silencio o al vacío que representa el silencio sus voces tienden a asemejarse, pero siempre el timbre los identifica. Un beso

Antonio Tello dijo...

Estimado Hugo, tus comentarios pueden pasar como hermosos análisis de texto.
El cero para mí es la cifra por antonomasia, pues explica en cierto modo la naturaleza del Ser, parte del cual somos.
Es por esto también que defiendo tanto su descubrimiento y reivindico en ello el portentoso papel que tuvieron los astrónomos mayas, muchos siglos antes de que lo hicieran los matemáticos indios.
Un fuerte abrazo

Natalie Sève dijo...

Que belleza la perfección de aquel número vacío, que sin intentar saberlo nosotros también componemos


Un abrazo Antonio!

Natalie

Antonio Tello dijo...

Hola Natalie, tan perfecto como que es (y somos) un grano de esa nada que algunos llaman Ser. Un fuerte abrazo.