miércoles, 29 de julio de 2009

EL PAN DE LAS HORMIGAS

Los caminos del saber son misteriosos. Los modos de enseñanza de los poetas, también. Anoche soñé con José Corredor-Matheos, uno de los poetas más sabios que he conocido. Estábamos en el campo, sentados ante una mesa rústica. No había casa alguna o al menos yo no la veía, porque quizás estaba a mi espalda. Ambos mirábamos en silencio la tierra arada, cuyos surcos morían en un bosque de pinos, asombrado antepecho del horizonte.
- Pepe ¿cómo se llega a la poesía? -le pregunté sin que me oyera la voz.
- Tal como se llega al conocimiento - respondió manteniendo la mirada en el campo arado y sin romper el silencio, porque parecíamos hablar y oírnos en un espacio exento de sonidos.
Sostuve la pregunta inicial sin repetirla y él miró hacia la mesa donde un número finito, aunque incalculable, de hormigas iba y venía. Mientras la mayoría de tales hormigas seguía caminos imposibles, unas pocas habían ocupado un trozo de pan. Observé que muchas de estas pocas lo devoraban y que al cabo lo abandonaban hartas y que sólo algunas regresaban al hormiguero cargando un pesado trocito de miga.
El poeta alzó sus ojos, me miró y una sonrisa pícara iluminó su rostro. Más allá, una bandada de golondrinas sobrevolaba la tierra arada.

6 comentarios:

Beatriz dijo...

Hermoso texto Antonio
Observar con sensibilidad, para captar la esencia, la belleza de la imágen, del instante, es el camino para hacer poesía. Luego el poeta usará cualidades estéticas del idioma, palabras, ritmos, sonidos, silencios, para emocionarnos.
Un abrazo-

Antonio Tello dijo...

B., un poeta se distingue de los demás por su sabiduría y conseguir una migaja de ésta supone un arduo e intrincado camino, que hay que recorrer de vuelta con la intención de compartir lo aprendido. Cuando no sucede así y el poeta come el pan para alimentar su propio narcismo, deja de ser poeta porque no ha aprendido nada. Es sólo un hacedor de versos o, como dirían en Argentina, un versero.
Abrazos

Calvared dijo...

Delicado relato donde se conjuga lo onírico con el quehacer cotidiano. Ha sido un placer leerlo aunque me haya sabido a poco.
Un abrazo

Natalie Sève dijo...

Antonio:

Gracias por compartir el mensaje de tus sueños y sobretodo por tu respuesta a Beatriz... también me la llevo...
Un abrazo
Natalie

Antonio Tello dijo...

Calvared, gracias por tu visita. Siento que te haya sabido a poco, pero creo que es inherente al poema o al relato dejar que el lector experimente esa sensación de algo inacabado, de algo misterioso que late más allá de los explícito.

Antonio Tello dijo...

Natalie ¿qué más puedo hacer sino compartir?
Abrazos