«Hay un silencio que procede del desacuerdo con el mundo, y otro silencio que es el mundo mismo. Tomados en su significado más hondo, ambos constituyen una forma de audición, un fijar el oído a la consciencia para discernir qué nos escinde de cuanto nos rodea, qué nos separa de lo que somos. Este frágil sentido de la unidad, paradójicamente, es el que conforma al individuo, in-dividuus, "indivisible", temeroso ante el hecho de convertirse en cómplice de su propia disolución: el silencio, la no presencia de lenguaje, deja la identidad en vilo. Sin embargo, estar callado, y que las cosas callen, facilita escuchar lo que entendemos por origen, principio, momento anterior al primer giro de la Tierra que nos implicó en el devenir».
De No sufrir compañía. Escritos místicos sobre el silencio, Ramón Andrés- Acantilado, 2010).
6 comentarios:
Escuchar al silencio es de sabio.
Felicitaciones
Alicia
Eso dícen Alicia, pero además es una exigencia de todo poeta genuino. La escritura de quien no ha escuchado el silencio es parte del farfullo del mundo.
Gracias por tus palabras en mi Canal.
Hay silencios que matan y que explican mas de mil palabras.
Parece una gran lectura.
Saludos!
Mon
El silencio poético es siempre significativo. Sí es una gran lectura y Ramón Andrés un gran poeta y ensayista.
Me alegro mucho verte de nuevo por aquí. Un abrazo
Hola Antonio:
Interesante este fragmento del texto de Ramón Andrés. El silencio no sólo como forma de expresión sino como vinculación de la conciencia con el mundo y la realidad. Sin duda el equilibrio es frágil, aunque, pienso, se establece una relación dialéctica que "en el devenir" se forjará como identidad.
Antonio, gracias, una vez más, por proporcionar fragmentos de esta calidad que ayudan a inquietar el pensamiento...locual ya mucho en estos tiempos.
un gran abrazo,
salut,
hugo
Gracias Hugo por tu visita y comentario.
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