En Un encuentro, Milan Kundera afirma: «En mi país natal, mientra la gente se liberaba de las ilusiones ideológicas, el "misterio Gamelín" [personaje de Los dioses tienen sed, de Anatole France] dejó de interesar: un cerdo es un cerdo, ¿dónde está el misterio? El enigma existencial se ha eclipsado tras la certeza política, y a las certezas les importan un comino los enigmas. Y por eso la gente, pese a la riqueza de sus vivencias, sale de una prueba histórica siempre tan estúpida como cuando entró en ella». Si ahora pienso en Argentina, en el terrorismo de estado, en la continuidad de los vicios caudillistas y en la naturalización de la corrupción reconozco las palabras de Kundera como una dolorosa verdad.
2 comentarios:
qué diré yo!!
dos besos
Eso Ruth ¡qué más decir!
Publicar un comentario